Al ofrecer hospitalidad y abrir las puertas de su hogar para invitar a otros a participar en el estudio de la Biblia, Esaú y Alicia han sido testigos de cómo Dios ha enriquecido su dedicación y tiempo con multiplicadas bendiciones.
Cuando Alicia Ramírez (EE.UU.) tenía poco más de veinte años, experimentó un sentimiento de vacío que le resultaba inexplicable. A pesar de disfrutar de una vida privilegiada en Europa, con un compañero atractivo, una exitosa carrera profesional y los medios para viajar, Alicia seguía sintiendo un profundo vacío interior. Reflexionaba: "Deben existir aspectos más significativos en la vida que lo que estoy experimentando".
Dos años atrás, un exnovio había compartido el evangelio con Alicia, quien, a pesar de su identidad como judía secular, se sintió intrigada por el mensaje. No obstante, no estaba preparada para comprometerse plenamente hasta que tuvo un encuentro con una pareja que compartió con ella lo único capaz de colmar ese vacío: el amor de Jesús.
Tras recibir formación y crecer en su recién adoptada fe, Alicia se embarcó en una misión de servicio en América Latina. Durante su tiempo allí, tuvo el privilegio de encontrarse con Esaú, un joven latinoamericano que había estado transitando su propio camino espiritual. Aunque Esaú había profesado su fe en Jesucristo desde su infancia y había sido bautizado en su adolescencia, siempre sintió una brecha en mente y corazón durante sus años universitarios, Esaú comenzó a buscar respuestas a las numerosas interrogantes que le surgían, lo que lo llevó a entablar conversaciones sobre religión con diversas personas.
En una ocasión particular, un amigo extendió una invitación a Esaú para participar en una partida de baloncesto celebrada en las instalaciones de una iglesia local, donde también tuvo la oportunidad de asistir a los servicios eclesiásticos. Durante estos encuentros, la congregación dedicó una notable atención a la lectura de las Sagradas Escrituras y a profundizar en el conocimiento de la Palabra de Dios. Fue en este contexto que la mente de Esaú comenzó a armonizar con lo que siempre había resonado en su corazón: la verdad del evangelio.
Poco tiempo después, Esaú conoció a Alicia en su congregación. Al año siguiente, contrajeron matrimonio y comenzaron a establecer comunidades religiosas en distintas regiones de Estados Unidos. A medida que pasaba el tiempo, la familia creció y, eventualmente, conformaron un hogar de cinco miembros. En ese momento, Dios les indicó que debían trasladarse a Israel. "Ninguno de nosotros estaba familiarizado con el judaísmo mesiánico ni con la vida en Israel", relata Alicia. "Sin embargo, Dios nos guió de manera reiterada a través de diversos acontecimientos para que nos estableciéramos aquí, y así lo hicimos".
La vida en Israel
Durante su primera década en Israel, la familia experimentó un crecimiento hasta alcanzar siete miembros. Durante este tiempo, se dedicaron a trabajar, aprender el idioma local, participar en una congregación comunitaria y comprometerse con su entorno social. Sin embargo, la vida en Israel no estuvo exenta de desafíos, y cuando una crisis familiar los enfrentó, todo adquirió una nueva perspectiva. "Fue un momento profundamente desafiante y transformador para nosotros como padres", reflexiona Alicia. "Nos dimos cuenta de la importancia de criar a nuestros hijos en la fe, y nos preguntamos qué estábamos haciendo si no lográbamos que se enamoraran de Jesús".
Alicia continúa reflexionando: "Entendimos que lo más crucial es la salvación de nuestra familia y la de otros. Nos dimos cuenta de que nuestra misión principal es invertir nuestras vidas en el avance del Reino de Dios en lugar de centrarnos exclusivamente en el bienestar de nuestra propia familia. Queremos que cada acción que emprendamos tenga un impacto eterno".
Cuando un amigo compartió con Esaú la labor de los trabajadores hispanohablantes de OM en Israel, tanto él como su pareja se sintieron conmovidos, ya que el propósito de compartir el evangelio con otros latinos ocupaba un lugar especial en sus corazones. Unirse al equipo representó un gran paso de fe para la pareja, especialmente considerando que Esaú había sido entrevistado para dos puestos de trabajo, siendo muy probable que fuera contratado para uno de ellos. Sin embargo, mientras uno de esos trabajos ofrecía seguridad financiera para su familia, también limitaría el tiempo que podrían dedicar a las relaciones significativas. Después de una profunda reflexión y oración, Esaú optó por rechazar la oferta laboral. En su décimo aniversario de residir en Israel, la familia se unió a OM y presenció cómo Dios, de manera milagrosa, proporcionaba el apoyo financiero necesario. Un año más tarde, en colaboración con otra familia latina, iniciaron un estudio bíblico en su hogar.
Estudio Bíblico de Descubrimiento Latino
A medida que se acerca el primer aniversario desde su primer encuentro como Grupo de Estudio Bíblico de Descubrimiento (DBS), Esaú y Alicia se sienten asombrados por el impacto que Dios ha tenido en sus vidas y en su comunidad. Durante años, alcanzar a la población latina en Israel había sido un anhelo, pero parecía permanecer fuera de su alcance. Sin embargo, de repente, todo comenzó a encajar. Dios comenzó a reunir a creyentes y no creyentes de habla hispana, estableciendo conexiones inesperadas en diversos contextos, desde eventos sociales hasta encuentros fortuitos con viejos conocidos y visitantes de la iglesia. Lo que inicialmente comenzó con un grupo de cinco o seis adultos ha crecido hasta incluir a casi 20 personas procedentes de América del Sur, Central y del Norte. Si bien la mayoría son solteros o parejas jóvenes de entre 20 y 30 años, también asisten familias completas. Los niños tienen la opción de unirse al estudio bíblico o de participar en actividades diseñadas especialmente para ellos en un área separada.
Además de su encuentro semanal para el estudio de la Biblia, el grupo se reúne al menos una vez al mes para compartir una comida o celebrar ocasiones especiales, como cumpleaños o días festivos. Durante el estallido del conflicto entre Israel y Hamás en octubre de 2023, algunos
miembros se vieron obligados a abandonar temporalmente Israel, lo que llevó al grupo a mantener sus reuniones de manera virtual durante un período de tiempo. Sin embargo, a pesar de la ausencia física de algunos miembros, el grupo continuó creciendo y floreciendo. Alicia reflexiona sobre este período: "El grupo realmente comenzó a prosperar al inicio del conflicto. Fue maravilloso presenciar ese crecimiento. Cada semana nos maravillábamos al ver cómo el Señor estaba obrando". Una vez que las condiciones lo permitieron, el grupo retomó sus encuentros presenciales y también exploraron oportunidades para servir juntos en su comunidad. El trabajo voluntario conjunto ha fortalecido los lazos entre los miembros y ha enriquecido la vida comunitaria del grupo, brindando una oportunidad para establecer conexiones significativas y comprometer a otras personas que de otro modo no participarían en un estudio bíblico.
Varios miembros han expresado a Esaú y Alicia que este ambiente de compañerismo en el hogar ha sido como un refugio seguro para ellos, una familia que Dios les ha otorgado en un país nuevo, un lugar donde pueden comunicarse en el idioma de sus corazones y ser comprendidos. Este espacio proporciona un ambiente acogedor donde incluso los no creyentes pueden reunirse socialmente y relacionarse con seguidores de Jesús sin sentirse presionados. Ser invitado a través de relaciones personales, compartir refrigerios o disfrutar de una deliciosa comida mientras se estudia la Biblia ha sido un verdadero apoyo para muchos.Una joven, inspirada por los miembros del estudio bíblico y otros creyentes, tomó la decisión de seguir a Jesús. La semana siguiente, tuvo el privilegio de guiar a su madre y a su hermano, quienes residen en Sudamérica, hacia la fe a través de una conversación telefónica. Además, individuos que previamente habían sido instruidos en la fe pero se habían alejado, han optado por adoptar estilos de vida en consonancia con los principios bíblicos y están comprometidos en un estudio activo de las Escrituras una vez más.
Sueños para el futuro
La apertura de su hogar al ministerio representa una expresión natural de los dones de hospitalidad de Esaú y Alicia. "Procuro ser intencional en asegurarme de que las cosas no sean perfectas", comparte Alicia. "Con una familia de siete miembros, la perfección es simplemente inalcanzable para mí. He llegado a aceptar que está bien que mi hogar no sea perfecto, que haya platos en el fregadero. De hecho, me siento más cómoda en casas ajenas cuando muestran signos de vida; esto ayuda a que todos se sientan más relajados".
En colaboración con la familia con la que están asociados, Esaú y Alicia vislumbran el futuro con optimismo: esperan ver cómo el grupo se multiplica en diversas áreas de Israel, profundizando en el estudio de Escrituras específicas y luego visitando los lugares donde ocurrieron los eventos relatados en la Biblia, con el objetivo de elevar a los miembros actuales a la posición de discípulos capaces de guiar a otros. De hecho, en la actualidad, dos miembros del grupo están recibiendo capacitación para iniciar sus propios grupos pequeños. Esaú comenta: "Todo lo que el Señor toca cobra vida por sí solo. Nuestro anhelo es que el grupo crezca y se multiplique según la guía de Dios. Es como criar a un hijo; deseas lo mejor para que pueda crecer y fortalecerse".
El método de Estudio Bíblico de Descubrimiento (DBS, por sus siglas en inglés), en el cual se guía la discusión a través de una serie de preguntas sobre el texto, permite que todos participen
activamente en el estudio, sin importar su nivel de experiencia en la fe o si están en proceso de búsqueda. "Nos ayudamos mutuamente a crecer al escuchar y aprender juntos. Realmente me ha llevado a adoptar una mentalidad diferente y hermosa. Incluso si Dios nos llamara a servir en otro país, seguiría utilizando este método", afirma Esaú.
"Nadie viene con una teología sobresaliente. Es la Palabra de Dios la que habla. Es asombroso, porque el Señor está presente entre nosotros".
*Nombres cambiados
Por favor, oren para que el grupo continúe siendo una fuente de bendición para aquellos que asisten y para que aquellos que aún no creen deseen conocer más sobre la fe.